Se realizó la IV Conferencia Latinoamericana de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables

El miércoles 1 y el jueves 2 de diciembre de 2021, se llevó a cabo la IV Conferencia Latinoamericana de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables: accionando el cambio para una recuperación saludable y sostenible. Organizado por Salud sin Daño, este nuevo encuentro tuvo el fin de dialogar sobre los principales desafíos del sector salud y conocer experiencias concretas que han generado avances en hospitales y centros de salud de la región, en el marco de los objetivos planteados en la Agenda Global para Hospitales Verdes y Saludables.

La IV Conferencia, que dio continuidad a las ediciones anteriores (Buenos Aires, 2013; Bogotá, 2015; San Pablo, 2017) y al Foro sobre cambio climático y salud realizado en Medellín en 2019, abordó temáticas vinculadas a liderazgo y gestión de residuos en el marco de la pandemia de COVID-19, sustancias químicas, compras sostenibles, cambio climático, reducción de la huella de carbono y refrigeración sostenible.

El evento se celebró en forma virtual y gratuita, fue transmitido por streaming y contó con interpretación simultánea al inglés/español. Durante ambas jornadas, participaron cientos de asistentes de Argentina, Bélgica, Bolivia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Estados Unidos, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela.

“Más que nunca necesitamos la conexión, la comunicación y trabajar en comunidad. La pandemia continúa,  pero si trabajamos juntos podemos acelerar el cambio”, dijo Nick Thorp, director de la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, quien estuvo a cargo de la apertura del evento.

El primer bloque de la jornada inicial, destinado a “COVID-19, residuos y liderazgo”, arrancó con la participación de Ruth Stringer, coordinadora de ciencia y políticas de Salud sin Daño, quien remarcó la importancia de la gestión de residuos en el sector de la salud. “Se puede reducir la cantidad de plásticos considerablemente. Los guantes, los ambos, los delantales y algunas máscaras y barbijos pueden ser reutilizables”, agregó. Además, pidió por una mayor planificación estratégica, que contemple el tiempo y los recursos necesarios para cumplir con los objetivos planteados, así como el monitoreo de los resultados.

Ana Zoraida Gómez, jefa del Departamento de Servicios Generales y Gestión Ambiental del Hospital Pablo Tobón Uribe (Colombia), se refirió a cómo en su establecimiento siguieron trabajando en temas ambientales durante la pandemia. En ese sentido, destacó la unión y la coordinación de todas las áreas para poder tomar las decisiones correctas y darle continuidad a las tareas. “No paramos en la pandemia. A pesar de todo lo vivido, teníamos el llamado de no descuidar todo lo que veníamos desarrollando en el hospital”, aseguró.

Por su parte, Andrea Hernández Ortiz, coordinadora ambiental de la Fundación Clínica Shaio (Colombia), resaltó la importancia de trabajar de la mano con los entes reguladores para minimizar los impactos negativos al ambiente. “Se puede implementar la economía circular en muchos tipos de residuos que nosotros normalmente creíamos que no se podía

En el bloque sobre sustancias químicas y productos farmacéuticos, Tracey Easthope, asesora estratégica senior de Salud sin Daño, recalcó que los impactos de la cadena de suministros de la salud son importantes. “Si miramos la cadena de suministros es como un iceberg: hay impactos que quedan ocultos”, graficó. “La fabricación de los guantes es un contribuyente importante a la emisión de GEI. Podemos reducir su uso innecesario, ahorrando costos y volúmen de residuos”, agregó, al tiempo que llamó a minimizar asimismo el uso de muebles que contienen componentes tóxicos.

Pablo Andrés Moncada, coordinador del Programa de Regulación y Optimización del uso de Antimicrobianos (PROA) de la Fundación Valle del Lili (Colombia), destacó especialmente la necesidad de poner mayor énfasis en la comunicación y en la educación a médicos en formación, así como a médicos residentes y generales. “Se necesita mucha educación en todo el entorno hospitalario, con indicadores y seguimiento de los datos”, aseguró.

María Marta Cozzarin, jefa del Servicio de Farmacia del Hospital Regional Ushuaia Gobernador Ernesto Campos (Argentina), dio detalles sobre el importante trabajo que hicieron con los proveedores, aplicando criterios de compras para buscar soluciones más sostenibles. “Identificamos la necesidad que nosotros teníamos y elaboramos nuestros propios criterios a partir de nuestra propia investigación. Lo más importante no es que cambiamos la respuesta, sino que cambiamos la pregunta y pudimos revolucionar”, concluyó.

El segmento sobre compras sostenibles y alimentos abrió con las palabras de Susan Wilburn, directora internacional de sostenibilidad de Salud sin Daño: “Debemos actuar y liderar desde el sector de la salud. “Las compras de productos y servicios, la cadena de suministros, representa el 70% de las emisiones del sector. Y uno de los puntos calientes es la compra de medicamentos”, sintetizó. Y llamó a reducir el impacto climático, descarbonizar a través de la compras sostenibles, proteger los derechos humanos, mejorar las condiciones de trabajo, reducir los residuos y promover la circularidad.

“Nuestras compras deben hacerse de forma más inteligente y sustentable”, siguió Adriana Romero Retana, directora administrativa financiera del Hospital Nacional de Niños (Costa Rica), quien pidió buscar alternativas para sustituir los plásticos innecesarios y seleccionar proveedores que ofrezcan productos sustentables con certificación de terceros. “Desde el sector salud tenemos una gran credibilidad; tenemos que llevar adelante estas tareas y dar un mensaje con nuestros ejemplos”, afirmó.

A su turno, Carolina Montagouth Niño, jefa de Operaciones de Servicios de la Fundación Cardioinfantil  (Colombia), más conocida como “La Cardio”, relató cómo desarrollaron una huerta orgánica en los jardines de la institución, lo que les permitió reducir la compra de materias primas, minimizando así el impacto de la cadena de suministro del servicio de alimentos. “Queremos posicionarnos como referentes en modelos gastronómicos saludables, aportando favorablemente al ambiente”, aseguró Carolina, ya en el cierre de la jornada inicial.

La segunda jornada de la IV Conferencia contó con la presencia de Shweta Narayan, responsable de campañas de clima y salud de Salud sin Daño, quien recordó que la crisis climática es una crisis de salud. “La salud está directamente amenazada por la crisis climática; es imposible tener personas saludables en un planeta enfermo”, graficó. “Los profesionales de la salud tienen un rol preponderante en transmitir mensajes al público, ya que son fuentes creíbles. Es muy importante que las voces del sector salud tengan un lugar en la mesa donde se toman las decisiones”, remarcó Shweta, proporcionando el pie perfecto para el inicio del bloque sobre cambio climático y salud.

“Es hora de que todos hablemos de la crisis climática como una crisis de salud. Es hora de actuar, todos queremos un planeta saludable y seguro”, lanzó Sonia Roschnik, directora internacional de política climática de Salud sin Daño. “Debemos asegurar que el modelo del sector salud para el futuro sea resiliente, sostenible y de bajas emisiones”, agregó.

En el panel de “Carrera hacia el cero”, Ramiro Fernández, asesor de políticas de los Paladines de alto nivel para la acción climática (ONU) y director de Cambio Climático de la Fundación Avina, destacó la creación de un movimiento global de acción climática y el liderazgo ejercido desde el sector de la salud, que llevó -entre otras cosas- al compromiso de más de 50 países para llevar adelante sistemas de salud resilientes, sostenibles y de bajas emisiones de carbono. “Vemos una tremenda oportunidad para América Latina; hay serias oportunidades de sinergia y cooperación”, afirmó. 

“Los liderazgos locales impactan en el liderazgo global”, agregó Víctor Manuel Torres Meza, director general del Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades (CEVECE) de México. Andrés Alvarado, gerente de Calidad y Ambiente del Hospital Clínica Bíblica de Costa Rica, aseguró que “un punto de partida muy importante es la calidad de los datos, para conocer bien la huella de cada hospital”, mientras que Pamela Andrade Alvarado, coordinadora de Gestión Ambiental del Servicio de Salud Valdivia (Chile) destacó que el principal desafío es “implementar una política ambiental y que el tema no quede sujeto a cambios de gobierno”.

En el bloque siguiente, dedicado al monitoreo y la reducción de la huella de carbono en el sector salud, Juan Pablo Compas, coordinador del Área de Gestión Ambiental y Sustentabilidad Hospitalaria del Departamento de Seguridad y Salud en el Trabajo del Ministerio de Salud (Chile), resaltó la importancia de ir englobando a todos los establecimientos de salud en el cálculo de la huella de carbono. “Necesitamos concientización y capacitación. El sector salud es enorme y podemos generar una tendencia”, concluyó.

“Hay que integrar la gestión de energía, agua y residuos, las compras sostenibles y el diseño de unidades médicas”, aportó Felipe Cruz Vega, titular de la División de Proyectos Especiales en Salud del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS).

En el bloque sobre refrigeración sostenible y eficiente en salud, Antonella Risso, gerenta técnica internacional para cambio climático e investigación de Salud sin Daño, y Lucila Citcioglu, consultora de Salud sin Daño, narraron los pormenores de los “Proyectos demostrativos de eficiencia en refrigeración en establecimientos de salud”, especialmente la experiencia desarrollada en tres hospitales de la Argentina: el Hospital Juan P. Garrahan, el Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias de Rosario (CEMAR), y el Hospital Dr. Giordano de Albardón, ubicado en la provincia de San Juan.

Acerca de este último, Verónica Clavel, responsable de la Unidad de Coordinación en Gestión de Residuos del Ministerio de Salud de San Juan, calificó al proyecto como “un gran paso para comenzar en la provincia con edificios resilientes al cambio climático”. Y agregó: “La idea sería poder implementar estas mejoras edilicias en los cuatros hospitales que nos quedan con la misma estructura y después hacerlo extensible a los otros establecimientos de salud para trabajar en la reducción de la huella de carbono”.

A continuación, Diana Ramírez, administradora delegada del Edificio Vida Centro Profesional PH de Cali (Colombia), hizo referencia a las distintas fases del proyecto que les permitió instalar paneles fotovoltaicos en el techo de la construcción y todos los beneficios que eso les trajo. “Logramos reemplazar el consumo de energía a través de no renovables por una energía limpia. Ahora, con el mismo sol que nos calentamos estamos enfriándonos”, dijo, enfatizando en la reducción de emisiones de dióxido de carbono que eso implicó.

Ya en el último bloque, Carolina Gil Posse, directora asociada de programas y comunicaciones de Salud sin Daño, presentó un adelanto de la edición 2021 del informe “Hospitales que curan el planeta”, haciendo una breve síntesis del reporte que será lanzado el próximo 15 de diciembre. 

El panel de cierre, que giró en torno a cómo y por qué liderar la acción climática desde el sector salud, estuvo integrado por Astrid Puentes, abogada ambientalista con enfoque en derechos humanos y cambio climático, ex co-directora ejecutiva de AIDA; Damián Verzeñassi, director del Instituto de Salud Socioambiental de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina); Angelo Moreno Ramos, director regional para las Américas de la Federación Internacional de Asociaciones de Estudiantes de Medicina (IFMSA); y Sara Cognuck, cofundadora de la Red de Juventudes y Cambio Climático de Costa Rica. 

“La perspectiva del sector salud debe orientarse no solamente al diagnóstico sino a la elaboración de redes de actores y actrices que seamos capaces de articular y potenciar para transformar al sector en uno de los referentes del cambio y la transición”, aseguró Verzeñassi, para quien los avances alcanzados en la COP26 resultan insuficientes.

“Llevamos más de 26 años en esto y recién ahora se está empezando a hablar de salud”, coincidió Cognuck. “La salida de estas crisis siempre es colectiva. Si no logramos que todos los sectores y que todas las personas se involucren, no vamos salir de esto”, agregó.

“Tenemos que seguir expandiendo esta conciencia ambiental y de salud. Muchas veces las facultades de medicina no tienen en cuenta esta nueva realidad”, agregó Moreno, otra de las voces de la juventud que lucha por el clima y la salud.

“Necesitamos cambios sistemáticos y profundos. Hay que liderar con el ejemplo. Hay que inspirar, inspirarnos e informarnos”, cerró Puentes.


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