Los plásticos se han vuelto un agente de degradación ambiental significativo al contaminar los ecosistemas y poner en riesgo la salud humana. El modelo actual de producción, consumo y disposición de plásticos perpetúa el uso de productos nocivos a lo largo de todo su ciclo de vida. La pandemia de COVID-19 ha amplificado aún más la producción, comercialización y utilización de plásticos de un solo uso en el sector de la salud, lo que enfatiza la necesidad urgente de contar con un enfoque integral orientado a una sola salud.

Resulta esencial que todas las partes interesadas del sector, incluidos ministerios, hospitales, fabricantes, proveedores y profesionales de la salud, tomen medidas decisivas para hacer frente a la crisis del plástico en el ámbito de la asistencia sanitaria.

Del 29 de mayo al 2 de junio de 2023, se llevó a cabo en París la segunda sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN 2) sobre la contaminación por plásticos, con el objetivo primario de elaborar un instrumento internacional jurídicamente vinculante relativo a la contaminación por plásticos, incluidos los ambientes marinos. La delegación de Salud sin Daño, integrada por representantes de los equipos Global y Europa, participó activamente para concientizar e influir sobre los decisores políticos globales respecto de la importancia crucial de no eximir al sector de la salud.

Andreea Zontica, Elaine Mead y Neydi Cruz en la segunda sesión del Comité Intergubernamental de Negociación (CIN 2) sobre la contaminación por plásticos, en París, Francia 

Desde la década de los noventa, Salud sin Daño ha estado trabajando con profesionales y sistemas de salud para abordar el impacto del uso de plásticos dentro del sector. Nuestra labor tiene por objetivo crear un futuro más saludable y sustentable mediante prácticas de abastecimiento sostenible, sustitución de plásticos por alternativas más seguras, reducción del uso innecesario de plásticos, gestión adecuada de residuos, transformación del mercado y promoción de políticas. La contaminación por plásticos amenaza la salud humana y el ambiente, por lo que instamos a los gobiernos a establecer un tratado internacional jurídicamente vinculante en materia de plásticos que ataque el problema de raíz.

«Esperábamos que los delegados del CIN 2 se comprometieran a garantizar un tratado jurídicamente vinculante orientado a reducir la producción de plásticos en todo el mundo y a abandonar el uso de sustancias tóxicas. En el cuidado de la salud, tenemos la responsabilidad de no hacer daño. Por lo tanto, los decisores políticos tienen que entender la importancia de reducir los productos plásticos de un solo uso y de desarrollar alternativas más seguras que nos permitan brindar atención sin causar daño. Seguiremos difundiendo este mensaje a quienes deseen escuchar, especialmente teniendo en cuenta a la población infantil, que es la más vulnerable a la contaminación por plásticos», dice Neydi Cruz, directora asociada de sostenibilidad de Salud sin Daño.

Andreea Zotinca, responsable de proyectos de atención sanitaria circular de Salud sin Daño Europa, enfatiza que no debería utilizarse al sector de la salud como excusa para no elaborar un tratado sobre el uso de plásticos que sea sólido y ambicioso. Salud sin Daño insta a todas las partes interesadas, incluidos los gobiernos, a unir fuerzas para afrontar en forma directa la crisis de la contaminación por plásticos. Si adoptamos alternativas reutilizables más seguras y respaldamos un tratado internacional jurídicamente vinculante para reducir los plásticos, podremos salvaguardar la salud humana y proteger nuestro ambiente para las generaciones futuras.

Para saber más sobre nuestra labor en materia de plásticos, ingrese aquí