COP21 | Hospitales de todo el mundo se comprometen a trabajar juntos para combatir el cambio climático

Durante la Cumbre del Clima en París, líderes del sector de la salud anunciaron su compromiso para reducir sus emisiones de dióxido de carbono.

 

París, 3 de diciembre de 2015 – En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP21), representantes de hospitales y sistemas de salud de todo el mundo anunciaron una serie de compromisos para reducir sus emisiones de dióxido de carbono y ejercer el liderazgo para combatir el cambio climático.

Más de 50 hospitales y sistemas de salud de todos los continentes, que representan a más de 8.200 hospitales y centros de salud de 16 países, se sumaron al Desafío 2020 de la salud por el clima -una iniciativa de Salud sin Daño- y se comprometieron a reducir su propia huella de carbono, a buscar soluciones políticas y económicas para proteger a la salud humana de los efectos del cambio climático y a prepararse para sus efectos, aumentando su resiliencia.

Mientras los gobiernos de todo el mundo están trabajando para negociar un nuevo acuerdo internacional para combatir el cambio climático, representantes de estos sistemas de salud se han reunido en París para desarrollar estrategias colaborativas que les permita enfrentar lo que la prestigiosa publicación médica The Lancet denominó “una emergencia global”, que amenaza con socavar los avances en salud y desarrollo logrados durante los últimos 50 años.

Cambio climático: un problema de salud

“El cambio climático ya es una amenaza para la salud mundial y quienes trabajan para prevenir y curar enfermedades empiezan a manifestarse y a actuar para enfrentar sus efectos e impedirlos”, aseguró Verónica Odriozola, directora ejecutiva de Salud sin Daño para América Latina.

“Al comprometerse a reducir su huella de carbono en un 30, 50 y hasta un 80 por ciento, estos hospitales y sistemas de salud están liderando con el ejemplo”, sostuvo Gary Cohen, fundador de Salud sin Daño. “A su vez, muchos están invirtiendo en energía renovable y limpia, al tiempo que instan a los líderes mundiales a implementar políticas locales, nacionales e internacionales que promuevan una transición global para dejar de utilizar combustibles fósiles”, agregó Cohen.

“Esta cumbre en París ofrece tanto a los trabajadores del sector del cuidado de la salud como a las instituciones una oportunidad de liderazgo para enfrentar lo que se considera la más grave amenaza para la salud pública de nuestro tiempo”, aseguró Josh Karliner, director de proyectos globales de Salud sin Daño. “En ese camino hacia el uso de energías limpias y renovables, quienes forman parte del sector del cuidado de la salud pueden ayudar al mundo a eliminar su adicción a los combustibles fósiles y prescribir una receta por un mundo sano”, agregó Karliner.

Liderar el cambio

En América Latina, representantes de hospitales y sistemas de salud se reunieron en septiembre en Bogotá para convocar a los gobiernos y a los trabajadores de la salud a que actúen para proteger a la población de los efectos del cambio climático y de la contaminación del aire, y que promuevan un desarrollo basado en energías limpias, renovables y sanas. La Declaración de Bogotá también insta a los sistemas de salud de América Latina a “adoptar metas de reducción progresiva de las emisiones de efecto invernadero en las prácticas de cuidado de la salud”, así como también a sumarse al Desafío 2020 de la salud por el clima, impulsado por Salud sin Daño.

En nuestra región, ya hay hospitales en países como Colombia, Chile, Costa Rica, Brasil, México, Ecuador o Argentina que están tomando medidas para reducir su consumo energético y adoptar fuentes de energía renovable y limpia como la solar.

A su vez, como parte del Desafío 2020 de la salud por el clima, Salud sin Daño hace un llamado para que hospitales y sistemas de salud de Estados Unidos reduzcan sus emisiones en un 25% en 2020 y en un 50% en 2025. Esto reduciría las emisiones del sector del cuidado de la salud de ese país en unos 250 millones de toneladas métricas de CO2 cada año, lo cual es más que las emisiones de dióxido de carbono de toda Francia y es equivalente a quitar 52 millones de autos de circulación.

“Después de la COP21, Salud sin Daño promoverá el crecimiento del Desafío 2020, para que se sumen miles de sistemas de salud de todo el mundo”, afirmó Karliner. “A partir de los ejemplos y experiencias que estamos compartiendo esta semana en París, el Desafío 2020 movilizará a grandes grupos de hospitales y sistemas de salud para que intensifiquen sus esfuerzos para combatir el cambio climático”.

Para solicitar entrevistas con la delegación en París:

Carolina Gil Posse | Salud sin Daño - América Latina

carolinagilposse@saludsindanio.org

 

Sobre Salud sin Daño

Salud sin Daño trabaja para transformar el sector del cuidado de la salud a nivel mundial para que sea ecológicamente sostenible y promueva la salud y la justicia ambientales. Tiene oficinas regionales en Argentina, Bélgica, Filipinas y Estados Unidos.

Convocados por Salud sin Daño durante la COP21, representantes de alto rango de 25 de sistemas de salud y organizaciones se reúnen en un evento privado (el 3 de diciembre) y en una conferencia pública (el 4 de diciembre) para compartir estrategias innovadoras de acciones de mitigación, resiliencia y liderazgo para combatir al cambio climático.

Sobre la Red Global de Hospitales Verdes y Saludables

La Red Global de Hospitales Verdes y Saludables, una iniciativa de Salud sin Daño, cuenta con casi 600 miembros que representan a más de 20.000 hospitales y centros de salud de todos los continentes. A través del Desafío 2020 de la salud por el clima, Salud sin Daño apoya el avance de modelos de innovación en mitigación, así como también en resiliencia y liderazgo.

Datos sobre cambio climático y salud

- El cambio climático representa una emergencia para la salud mundial y amenaza con destruir los logros obtenidos en salud y desarrollo durante los últimos 50 años (The Lancet, 2015).

- La quema de combustibles fósiles, en especial carbón, representa una de las grandes contribuciones a la contaminación del aire que mata a más de 7 millones de personas cada año, más del doble de la suma de las muertes provocadas por el SIDA, la malaria y la tuberculosis juntos (OMS, 2012).

- El sistema de salud público de Inglaterra (National Health Service) aporta el 3,6 % de las emisiones de gases de efecto invernadero de todo el país y el 38% de las emisiones del sector público (NHS, 2015).

Compromisos de reducción de la huella de carbono en hospitales y sistemas de salud del mundo

  • En representación del Consejo de Salud y Clima de Estados Unidos (U.S. Health Care Climate Council), una red de hospitales líderes de ese país que se comprometieron a fortalecer la respuesta frente al cambio climático, 16 de los más influyentes sistemas de salud de Estados Unidos no sólo están liderando los esfuerzos de las instituciones de salud para reducir sus emisiones, sino que también están convocando a los líderes globales a tomar acciones decisivas para proteger a la salud humana frente al cambio climático, tanto ahora como para las futuras generaciones.
  • En Europa, varios sistemas de salud suecos –entre ellos, Region Skåne- van a dejar de utilizar combustibles fósiles, mientras que la Unidad de Desarrollo Sostenible del NHS and Public Health England (Inglaterra, Reino Unido) se comprometió a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en al menos un 34% en 2020 (en comparación con 1990).
  • En Corea del Sur, el sistema de salud de la Universidad Yonsei reducirá sus emisiones en un 30% en 2020. “Desde 2010, estamos implementando un programa de reducción del impacto ambiental, no solo para mejorar la calidad del cuidado del paciente sino también para proteger a todo el público de los daños causados por el cambio climático, que intensifica los desastres naturales y las enfermedades a nivel global,” dijo el doctor DongChun Shin, uno de los directivos de Yonsei. En una conferencia realizada en Seúl en octubre pasado, el sistema de salud de la Universidad Yonsei, junto con otras instituciones de Asia, emitió una declaración que convoca a los trabajadores e instituciones de salud “a unirse y actuar en la mitigación del cambio climático”.